jueves, 27 de marzo de 2014

CATEDRAL DE TOLEDO

Más allá de su valor histórico y artístico concreto, la Iglesia Catedral tiene un valor y un significado teológico como referente para la vida pastoral de toda la diócesis, para los sacerdotes y para los fieles laicos. Además, las catedrales han sido lugar de forja de nuestra cultura occidental y europea; en ellas estuvo el embrión de las actuales universidades, anticiparon labores asistenciales y fueron talleres de arte. Hoy las catedrales son testigos de esa cultura y mensaje de transcendencia y de valores para las personas de hoy.

La Santa Iglesia Catedral, Consagrada a la Virgen María en su Asunción a los cielos, comienza a construirse en el año 1227, bajo el mandato del Arzobispo D. Rodrigo Jiménez de Rada, sobre los cimientos de la Catedral visigoda del S. VI, que fue utilizada como mezquita.

La construcción es de estilo gótico con una clara influencia francesa. Mide 120 m de largo por 60 m de ancho. Está compuesta por 5 naves, sostenida por 88 columnas y 72 bóvedas. Las naves laterales se prolongan por detrás de la Capilla Mayor rodeando el presbiterio y creando una girola con un doble pasillo semicircular. Su primer arquitecto es el maestro Martín, de origen francés, a quien se deben las trazas de la planta y los comienzos de la obra en la cabecera del templo.

Hasta el siglo XIV no se pudieron cerrar las naves laterales, y es en este mismo siglo cuando se construye, en época del Arzobispo D. Pedro Tenorio y en el costado norte, el claustro bajo con sus dependencias, siendo la más notable la Capilla de San Blas que le servirá de enterramiento.

En el siglo XV, se levanta la capilla de San Pedro junto a la entrada del claustro, y posteriormente se construye, en la cabecera, la Capilla de Santiago, panteón familiar de la familia Luna. Al finalizar este siglo, en 1493, siendo Arzobispo don Pedro González de Mendoza, consejero del Isabel la Católica, se cierra la última bóveda dándose por concluida esta magna construcción.

En el siglo XVI se construye el retablo, parte alta del coro y rejas. En la primera mitad del siglo, se cierran todas las vidrieras y se realizan diversas modificaciones de planta como son la sala capitular y capilla Mozárabe con Cisneros, y la capilla de los Reyes Nuevos con Fonseca.
La Catedral es la Iglesia Madre de la diócesis por estar en ella la cátedra o sede del Obispo, lugar desde el que preside la Eucaristía y las demás celebraciones litúrgicas y ejerce su magisterio. Por tanto, la Catedral es como un signo visible de la iglesia particular, porción de la Iglesia de Jesucristo una, santa, católica y apostólica.

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